De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
«¿Que si estoy dónde?»
~ Jorge Arbusto como respuesta a la pregunta "¿Conoce la Estatua de la Libertad?"
«Miralá, miralá, miralá, miralá, la Estatua de la Liber... no...»
~ Ana Belén mientras componía
Muñeco de esponja que lleva desde 1800 y algo chupando agua del Atlántico. De este modo creció hasta alcanzar los actuales 46 metros. Y subiendo. Debajo de su base, en el mar, hay otra base norteamericana, pero esta de carácter militar en la que se hacen autopsias a personajillos verdes sin taparrabos. Básicamente es aquí donde se planea dominar el mundo. Lleva en la mano la antorcha de los Juegos Olímpicos, pero en realidad, es la escotilla de un misil interplanetario.
El origen de la adquisición e instalación de este monumento fue compleja e intrincada. Érase que se era...
Un día la fuerza centrífuga y engañar así a la fuerza centrípeta. Con la tontería se olvidó de ejercer su eterna fuerza sobre la Tierra y en ese descuido los seres humanos aprendieron a volar. Varios países del mundo se dieron cuenta que en el aire no se veía una mierda muy bien, especialmente por la noche. Por eso, se les ocurrió la estúpida magnífica idea de hacer objetos luminosos para que los aviones los vieran y pudiesen aterrizar. De este modo, levantaron una torre con una antorcha en la parte superior que pensaban inaugurar el año 1492, pero no pudieron hacerlo por tres razones:
Por lo tanto, lo anotaron en una nota adhesiva y aplazaron la inauguración 450 años.
Una vez transcurrido ese medio milenio, los franceses llevaron a cabo la obra en París. Cuando la terminaron, se percataron de que no tenían mar donde ponerla, y el mar era absolutamente imprescindible. En aquella época se empezaba a producir un boom pr0nográfico. Francia, viendo que sus mujeres se entretenían celebrando la revolución en la que fueran protagonistas y no tenían material, hicieron un trueque: varias mujeres norteamericanas en revistas por una enorme de esponja. A los norteamericanos el trato le pareció irrisorio y, tratando a los franceses como estúpidos sin idea de negociar, aceptaron rápidamente antes de que se echaran atrás. Por lo tanto, los norteamericanos proporcionaron a los franceses 350 cuerpos de mujeres parcialmente desnudas divididos en 214 revistas y fueron almacenadas en 36 contenedores y transportados por mar hasta ParísDon Simón[2]. Después de analizar concienzudamente las instrucciones de uso de la estatua, la metieron en el agua y a razón de 10 centímetros por día, fue creciendo.
Una vez suficientemente hinchada (10 metros), los estúpidos ingenieros se sentaron en sus sillas plegables, tomando un pretzel, para ver lo bien que funcionaba su aeropuerto. Después de largo tiempo observando y tras 15 amerizaciones aviones, se dieron cuenta de que poner la estatua al lado del mar había sido una mala idea.
Por esto, decidieron dejar de usar la estatua para guiar aviones. El mismo que había propuesto los tres puntos anteriores de porqué no hacer ya la Estatua de la Libertad, aunque ya estaba muerto, propuso, a pesar del asombro de todos, que fuera un faro para los barcos. Todos aplaudieron con las orejas después de matar al médium a por el que el avezado ingeniero hablaba desde ultratumba.
Estados Unidos ya era un próspero país. Los inmigrantes la mayoría llegaban hasta montados a espaldas de los glóbulos rojos, aunque algunos lo intentaban por mar. Sin embargo, el oscuro océano Atlántico no les señalaba dónde dirigirse. Gracias a la ocurrencia del faro, los inmigrantes procedentes de todos los sitios del mundo entraban en suelo norteamericano cual guiri a la Expo. Al ver tanta gente diferente a ellos, buenos, sonrientes y educados, a los norteamericanos les entró pánico y después de vaciar los supermercados de víveres y atrincherarse en sus casas, apagaron la antorcha.
Hoy en día, el lugar es un sitio turístico en el día y cabaret en la noche, no pudiéndose distinguir cuándo termina una y comienza la otra.
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